sábado, 4 de agosto de 2007

TELERMAN CREE QUE MACRI NO ES INMORAL

Hazte la fama y échate a dormir. ¿Por que habría que creer en la buena fe de Telerman? Cómplice del derrocamiento de Ibarra encabezó un gobierno y un proyecto ilegítimo (no dije ilegal) desde el vamos, en el cual prevaleció siempre la ambición política de un personaje hasta no hace mucho completamente desconocido. La impronta circense de Telerman condicionó cada diagnóstico y por ende cada decisión gubernamental. Algunas acciones en su momento rutilantes, como las que sucedieron a las tomas de viviendas en el Bajo Flores o la relocalización de las familias de la Villa el Cartón, pueden ser vistas, con la perspectiva que otorga el paso del tiempo, como simples escenificaciones destinadas exclusivamente a cobrar legitimidad o a apuntalar la instalación del candidato otrora desconocido. En esos casos Telerman o caracterizados miembros de su troupe como la ministra Cerruti o el ministro Schiavi inventaban enemigos, a saber: las gestiones anteriores; los punteros ibarristas; el titular de Cascos Blancos, etc. etc. Nunca les interesó abordar y resolver los problemas reales que ahora explotan, salen a la luz todos los días. Telerman no se diferencia de Macri en el sentido que ambos dicen lo que el "mercado" quiere escuchar de la política. El discurso "eficientista" de Macri; el discurso "dialoguista" y amplio de Telerman... No es actual ni conducente la comparación de las calidades personales, profesionales o políticas de los ex candidatos porque las elecciones ya pasaron. Pero conviene no olvidar quien es quien, porque en última instancia lo único que no miente es su currículum... o su prontuario.
Claudio G. Hoistacher

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